A mi hijo.

(Escrito el 1ro de febrero de 2016)

Hoy siento una soledad inmensa, en medio de la noche, en medio de la nada.

Mi vida sin ti cumple una función nula. Prácticamente no puedo seguir respirando si me faltas tú hijo mío.

Sé que ahora no logras entender mis palabras, a veces ni siquiera yo lo puedo hacer, sin embargo creo que puedes sentir mi amor por tí.

Me hacen falta tus sonrisas pícaras, tus miradas de amor que iluminan mis noches, tus palabras a media lengua que completan mi vida.

Me hacen falta tus manitas pequeñas con las que jugamos y nos acariciamos, con las que cantamos aquel juego de la familia que tanto te gusta…

Me hace mucha falta tenerte a mi lado, mientras vemos televisión o mientras jugamos en tu cuarto.

Extraño empijamarte y luchar con tu picardía.

Me hace falta verte dormir en la noche y ser el guardián de tus sueños, estar pendiente si despiertas con frío.

A veces cuando duermes conmigo en la cama siento que ya no cabes o que te puedes caer…

Creces rápido hijo, no me dí cuenta a qué horas aprendiste a decir papá; mucho menos me dí cuenta que aprendiste a decir no te vayas…

Extraño tanto cuando despiertas y te metes debajo de mis cobijas y nos abrazamos, como si el mundo sólo fuésemos tu y yo.

Verte en la tina y jugar con las burbujas, bañarte, reírnos cuando te cae agua, jugar y jugar…

Alistarte, ponerte la ropa que te gusta, que elijas los zapatos que quieres usar.

Siento que no tengo vida sin ti.

¿Para qué sigo haciendo cualquier cosa si no es para ti?

Tal vez soy egoísta conmigo… no importa.

Cada noche, cuando llego a casa y no te puedo ver, mi alma se viene abajo. Todo se oscurece más

La casa es gris, no tengo ánimos.

Cada rincón, cada cosa me recuerda tu vida, tus sonrisas.

En todas partes dejas tu memoria.

Espero poder verte cada vez que puedo, jugar contigo y contarte cuentos que juntos nos inventamos.

Quisiera que nunca te vayas de mi lado, que estés siempre aquí cerquita de mi corazón; que siempre pueda enseñarte, cultivar tu corazón, tu mente.

Que nunca más me vuelvas a decir "no te vayas"...