Soledades
- D.
- 19 ene 2017
- 1 Min. de lectura

Existen soledades que se sienten cuando alguien no está,
otras cuando todos están.
Hay soledades que se tocan, que se oyen, que se sienten,
otras que se pierden en el recuerdo.
Soledades nocturnas, que se deslizan en la almohada; soledades que amanecen, con abrazos inciertos.
Hay soledades como olvidos, que vuelven intermitentemente,
hay recuerdos impertinentes, incansables, obstinados…
Hay soledades que se acercan, juegan y se abrazan;
que se alejan cada nada, dejando el corazón en el vacío.
Existen soledades que añoras y que buscas,
que reconfortan, curan y te cuidan.
Hay soledades que te miran, con sus ojos de recuerdo, que te llaman con palabras conocidas.
Hay compañías que te olvidan, que se pierden en el tiempo, ciegas y mudas.
Un día, en soledad, vendrá la compañía,
y no habrá más sino una nueva forma de soledad,
una nueva forma de caminar junto a otros pasos,
otra manera de recordar, otros olvidos que vivir…
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